martes, 18 de mayo de 2010

TRASTORNOS SOCIALES AFECTIVOS



Agresividad

Es una manifestación externa de hostilidad, odio o furor que está dirigida contra sí mismo como contra los demás. Los impulsos crueles y agresivos son perversiones y van unidos al placer y la satisfacción. La palabra agresividad proviene Del latín agressio, ataque, actitud de atacar.
Patrón persistente irrepetitivo de conducta en el que destaca la violación de los derechos de los demás o reglas o normas sociales adecuada a su edad.

Es una manifestación externa de hospitalidad, odio o furor que puede estar dirigida como contra, así mismo como contra los demás. Según A. Bandura, el niño aprende los comportamientos agresivos por imitación de: modelos agresivos, mediante un aprendizaje vicario, (identificación especial de las figuras paternas). También se debe al exceso de castigo físico.

Se manifiesta expresando la impotencia de agresión externa: Rabietas como forma análoga de oposición a la autoridad materna y en relación a veces con la adquisición de hábitos, á partir de los 4 años las razones mas frecuentes de excitación son las dificultades propias de la relación
social.
“Paletas”: Descarga afectiva-motriz directa de los momentos caóticos que vive el niño pequeño, en cuyo caso tendría a desaparecer; como síntoma cuando el niño disponga de otros medios de descargas como el lenguaje.


Trastorno disocial desafiante y oposicionista

Este tipo de trastorno disocial es característico de niños con edades por debajo de los 9 ó 10 años. Viene definido por la presencia de un comportamiento marcadamente desafiante, desobedientes y provocador y la ausencia de otros actos disóciales o agresivos más graves que violen la ley y los derechos de los demás. El trastorno requiere que se satisfagan las pautas generales de un comportamiento malicioso o travieso grave no es en sí mismo suficiente para el diagnóstico.

Muchos autores consideran que las formas de comportamiento de tipo oposicionista desafiante representan una forma menos grave de trastorno disocial, mas bien que un tipo cualitativamente distinto. No hay datos experimentales sobre si la diferencia es cuantitativa o cualitativa. Sin embargo, los hallazgos actuales sugieren que si se tratara de un trastorno distinto, lo sería principal o únicamente en los niños más pequeños. Se debe utilizar esta categoría con cautela, sobre todo con los niños de mayor edad. Los trastornos disóciales clínicamente significativos en los niños mayores suelen acompañarse de un comportamiento disocial o agresivo que van más allá del desafío, la desobediencia o la subversión, aunque con frecuencia suele precederse de por un trastorno disocial oposicionista en edades más tempranas. Esta categoría se incluye para hacerse eco de la práctica diagnóstica habitual y facilitar la clasificación de los trastornos que aparecen en los niños pequeños.

El rasgo esencial de este trastorno es una forma de comportamiento persistentemente negativista, hostil, desafiante, provocadora y subversiva que está claramente fuera de los límites normales de comportamiento de los niños de la misma edad y contexto sociocultural y que no incluye las violaciones más importantes de los derechos ajenos que se reflejan en el comportamiento agresivo y disocial especificado para las categorías de trastornos disóciales Los niños con este trastorno tienden frecuentemente a oponerse activamente a las peticiones o reglas de los adultos y a molestar deliberadamente a otras personas. Suelen tender a sentirse enojados, resentidos y fácilmente irritados por aquellas personas que les culpan por sus propios errores o dificultades.

Generalmente tienen una baja tolerancia a la frustración y pierden el control fácilmente. Lo más característico es que sus desafíos sean en forma de provocaciones, que dan lugar a enfrentamientos. Por lo general se comportan con niveles excesivos de grosería, falta de colaboración y resistencia a la autoridad.

Este tipo de comportamiento suele ser más evidente en el contacto con los adultos o compañeros que el niño conoce bien y los síntomas del trastorno pueden no ponerse de manifiesto durante una entrevista clínica.

La diferencia clave con otros tipos de trastornos disóciales es la ausencia de violación de las leyes o de los derechos fundamentales de los demás, tales como el robo, la crueldad, la intimidación, el ataque o la destrucción.

Desarrollo socio-emocional



Niños de 2 a 3 años

A los dos años los niños experimentan un deseo constante de validar su independencia. Es una época muy interesante para los padres pues los niños se desarrollan intelectual, social, y emocionalmente; es el momento en el que ellos muestran que necesitan y quieren explorar el mundo exterior.


Los padres, deben fomentar y canalizar la energía y el deseo de experimentación, en lugar de negarla. Hay diferentes juegos y ejercicios que pueden ser utilizados durante esta edad para fomentar la curiosidad innata, de un niño de dos años.

• Percibe a su madre de forma diferente, ya que se gradualmente es más independiente; sin embargo aún ella forma parte de sí mismo
• Aunque tenga la compañía de otros niños, tambien sigue jugando en solitario
• Todas las actitudes de los padres , serán percibidas e imitada por el niño, por lo que es conveniente revisar a fondo lo que cada adulto proyecta
• Su necesidad de concentración para ir desarrollando habilidades como el lenguaje y explorando su entorno, no le permiten ser muy sociable
• Continúa siendo muy reservado con los extraños, no es fácil de persuadir y obedece a sus propias iniciativas
• Ayuda a vestirse y a desvestirse, se quita solo los calcetines y los zapatos que no tengan cordones, pues no se las puede desatar, y comienza a interesarse por abotonarse y desabotonarse la ropa
• En esta edad, el juego es un aspecto de primordial importancia para el adecuado desarrollo socio-afectivo del niño, se logra:
A) En el juego, el niño podrá interactuar con su ambiente permanentemente
B) Expresará sus sentimientos y sus conflictos
C) Retoma su ambiente inmediato, lo recrea y lo transforma
D) Motiva el área social y promueve la convivencia y la interacción entre los pares
E) Ayudará al niño a adquirir confianza y seguridad en sí mismo
F ) Es determinante para desarrollar la capacidad afectiva, el cariño por los demás, el cariño y la gratitud
G) Aprenderá a ganar y perder, aceptando y aprendiendo que no siempre se gana.
H) Demostrará sus sentimientos, en forma abierta y reconocer los sentimientos de los otros.
I) Aprenderá que existen reglas en la vida, y que él al igual que todos, deberá cumplirlas.
J) Aprenderá a dirigir y controlar su conducta.

Niños de 3 a 4 años

Los niños querrán hacerlo todo por sí mismos; están ansiosos por aprender.
Son independientes y querrán establecerse separados de sus padres.
Surgirán los temores a lugares desconocidos y a experiencias nuevas.
Pondrán a prueba a sus padres una y otra vez.
Sus emociones serán, por lo general, más profundas que en etapas anteriores pero muy cortas.
Necesitan que los estimulen para expresar sus sentimientos con palabras.
Disfrutarán dramatizando con otros niños.
Es frecuente que durante estos años, los niños tengan amigos imaginarios, ya que tienen una imaginación muy activa y no saben distinguir entre realidad y fantasía; no hay que preocuparse, al ser tan inquietos necesitan alguien con quien hablar y jugar todo el tiempo, pronto desaparecerá.
Querrán sentirse importantes y queridos, se volverán incluso “mandones”.
Resultan un poco agresivos con otros niños, aún así querrán tener amigos y divertirse con ellos.
Prima aún el egocentrismo.
Necesitan sentirse libres e independientes, sin embargo los padres deben poner los límites y si rompen las reglas, deben tener consecuencias.

4 AÑOS


• Combinación de independencia e inseguridad.
• La competición se hace mas objetiva.
• Va al baño solo.
• Se viste y se desnuda solo.
• Confunde sus pensamientos con el exterior.
• Mezcla la fantasía con la realidad.
• Tiene mayores contactos sociales.
• Sugiere turnos para jugar.
• Es conversador.
• Sabe encontrar pretextos.
• Autocrítica, y crítica a los demás.
• Tienen algunos miedos.
• Enorme energía.

5 AÑOS

• Es independiente, no le preocupa que su mamá esté a su lado.
• Se puede confiar en él.
• Le agrada colaborar en las cosas de la casa.
• Se le puede encomendar una tarea y él la va a realizar.
• Cuida a los más pequeños, es protector.
• Sabe su nombre completo.
• Muestra rasgos y actitudes emocionales.
• No conoce emociones complejas ya que su organización es simple.
• Tiene cierta capacidad para la amistad.
• Juega en grupos .
• Le gusta disfrazarse y luego mostrarle a los otros.
• Comienza a descubrir el hacer trampas en los juegos.
• Posee un sentido elemental de vergüenza .
• Se diferencian los juegos de varones y de niñas.


LOS JUGUETES


De 0 a 2 años

Durante su primer año, el juguete preferido del niño es su propio cuerpo. Necesita aprender a dominarlo y a realizar coordinaciones entre los distintos sentidos para desarrollar su inteligencia.
El continuo ejercicio de los movimientos que realiza le producen placer. Los juguetes más adecuados para este momento son aquéllos que tienden a favorecer la coordinación motora, un dominio del espacio y el desarrollo de los sentidos.
De 1 a 2 años son ideales los juguetes de arrastre, los que sirven para transportar cosas, triciclos, muñecos, teléfonos, construcciones, rompecabezas, cubos, palas, instrumentos musicales, balancines.

Conviene valorar el material de que están hechos los juguetes, para que incorporen distintas texturas, colores (también deben ver blanco y negro), sonidos y luz. Los más convenientes son los que se puedan chupar, morder, agarrar, aplastar, arrastrar, meter y sacar, y que suenen.. Otros de los artículos recomendables en este periodo son los sonajeros, mordedores, móviles, juguetes colgantes para la cuna, muñecos sencillos de trapo o madera, juguetes musicales, materiales para realizar distintas actividades, libros de plástico o de tela, y trapecios-gimnasio para bebés.

De 2 a 6 años

Éste es el periodo de "la infancia mágica". A medida que los niños se acercan a los 2 años, comienzan a imitar y a tener capacidad de representación simbólica.
Está comprobado que la lectura de cuentos de los padres a los niños, desde los dos años, les ayudan a desarrollar el lenguaje, favorece el desarrollo social y facilitan su adaptación a la escuela.
Les encanta emular los comportamientos e impresiones que les rodean. La implicación de lo intelectual y lo afectivo es tan grande que no saben dónde están sus límites. Para ellos, el juego es una forma de liberar tensiones. Se transforma en algo simbólico, que también les permitirá realizar sus deseos.

Durante este periodo, sus preferidos son todos aquellos juguetes que les ayudan a desarrollar situaciones imaginarias, representar un papel y fomentar el simbolismo y la fabulación.
A los 2 años son recomendables -tanto para niños como para niñas- los coches, trenes, carretillas y camiones que puedan empujar, cargar y vaciar; legos de equilibrio en plástico o madera; los bancos de carpintero; las herramientas de madera o plástico; cubos, palas, rastrillos y moldes para jugar con la arena; muñecas; teléfonos; cunas y cochecitos de muñecas; cacharritos; caballos escoba, dactilo pintura y la arcilla.

A partir de los tres años, los niños comienzan a relacionarse con sus iguales y a querer asociarse con ellos para sus juegos, aunque continúa siendo mas importante la realización de sus propios deseos. Es el momento en el que aparece, en ocasiones, el compañero imaginario.


Ya pueden utilizar con mayor dominio triciclos, patines, carretones y columpios. Tanto el niño como la niña disfrutarán con los juegos domésticos como, por ejemplo, los equipos de limpieza, de cocina o enfermería. Les entusiasmará visitar los zoológicos, las tiendas, granjas, garajes donde maneje herramientas, las muñecas y sus complementos. muestran preferencia por los muñecos con accesorios simples que se parezcan a los objetos reales (pañales, sonajeros, ropita...), cocina con ollitas, peluches, puzzles.


También comienzan a tener importancia los primeros juegos de mesa, como puzzles, rompecabezas y lotos para identificar y relacionar imágenes.
A partir de esta edad les encanta escuchar una y otra vez cuentos que se aprenden de memoria y con los que elaboran sus conflictos, realizando sus propios deseos en la fantasía.
No obstante, hay que tener cuidado con el mensaje que se transmite. Muchos de los cuentos tradicionales están en total contradicción con los valores que nuestra sociedad defiende, por lo que habrá que buscar nuevas versiones que les proporcionen mensajes que les ayuden a interiorizar la necesidad de la tolerancia, la solidaridad y la igualdad de sexos.

De la imitación pasará a jugar desempeñando actividades diversas "como si fuera" un camarero, una maestra o un papá. Es una etapa esencial para su desarrollo pues supone el paso del pensamiento simbólico al pensamiento abstracto. La representación de escenas familiares fomentan no sólo los comportamientos sociales, también le permiten comprender muchos de los sentimientos y emociones que se derivan de ellas.
Es la hora de participar activamente con él en los juegos. Pedirle que prepare la comida, que ayude a vestir a los bebés y poco motivarlo a desarrollar más actividades: "ahora vamos a hacer que vamos al médico: tu me miras y me curas".
Después de cumplidos los 4 años, los niños están plenamente identificados con el género al que pertenecen. Saben perfectamente si son niño o niña. Y en función de los roles que cumplan sus padres en casa, tenderán a querer jugar a unas cosas o a otras.
Sin embargo, los juegos tradicionalmente vinculados con uno u otro sexo desarrollan cualidades distintas. Los roles (casitas, médicos etc) fomentan la capacidad para ponerse en el papel del prójimo y ser más comprensivo. También ayudan a saber desenvolverse en las tareas domésticas.

Práctica pedagógica I






Mir primeros pequeñitos, del nivel sala cuna mayor, aquí hay solo algunos eran aproximadamente 20 niños los cuales me llenaron el corazón e hicieron qur mi decisión de estar en esta carrera se corroborará, por su alegria y cariño entregado sin esperar nada a cambio.